¡Tiempo fuera! ¡No doy más!

Por Lenka Kegevic

Si, a veces sentimos que es imposible hablar por teléfono tranquilas hasta que cumplan la mayoría de edad… si, a veces sentimos que es imposible hacer cualquier otra cosa además que criar…
En algunos casos más, en algunos casos menos, pero todas lo hemos sentido.

Cuando nos encontremos a nosotras mismas con la cara y la actitud que se ve en la fotografía, es hora de dar un time out.
Pero no se confundan, el time out es para nosotras. Un tiempo fuera para respirar, para re centrarnos, para pensar qué necesitamos, realistamente, en esos momentos: ¿pedir ayuda? ¿un café? ¿una ducha? ¿mirar una foto de nuestros hijos y volver a conectarnos con que somos lo más importante para ellos y este es el mejor y más importante trabajo del mundo? ¿sentir lo que sentimos son juzgarnos? ¿poner en perspectiva lo que nos hace sentirnos así y mirarlo con compasión y sin juicio?

Los tiempos fuera nos ayudan a bajar un poco la intensidad de la emoción. De esta forma, estamos más centradas para poder mirar la situación desde otro punto de vista y tomar medidas que nos ayuden a sobrellevar lo que estamos sintiendo en ese momento.

Pero por sobre todo intentar bajar los juicios. Si podemos poner los sentimientos de agobio en el lugar que tienen: momentos que vienen y se van, podemos reducir nuestra sensación generalizada de sobrepasadas. Si no es así, y realmente nos sentimos agobiadas todo el día, es hora de pedir ayuda. No necesariamente profesional, a la pareja, a los padres, a las amigas…. a veces sólo necesitamos una palabra de aliento, un gran abrazo, y un par de manos extra a la hora de comida de vez en cuando.

Abrazos apretados,

Lenka Kegevic

Psicóloga Educacional UC