La Magia de Leer a y con los Niñxs
Por Lenka Kegevic
Sabido es que los niñxs que crecen expuestos a libros presentan mejores habilidades verbales. El sólo ver libros en la casa es un aporte. Más si se ve leer a los padres. Y más aún si a ellos se les lee regularmente. También sabemos que los niñxs necesitan escuchar el lenguaje de personas y no de pantallas. Pero además de ser un gran aporte al desarrollo de su inteligencia, leer con y a los niñxs es una instancia extraordinaria para compartir con nuestros niñxs.
Acomodarse todos juntos en la cama a leer en pijama, listos para dormir, puede llegar a ser una de las partes más gratas de la caótica rutina nocturna. Es el momento ideal para bajar revoluciones, estar abrazados, para interactuar a través de imágenes, de lo que otros han escrito y de cómo los niñxs experimentan esta información.
Además de acercarlos a la lectura, darse el tiempo para leer un cuento y luego comentarlo con los niñxs, puede ser una gran oportunidad para enseñar a los niños sobre las emociones, un elemento fundamental para el desarrollo de la empatía. También permite educar en valores, al rescatar elementos que nos parezcan valiosos de los cuentos. Preguntarle a los niñxs si se les ocurren finales alternativos al escrito, o tratar de entender qué motiva a los personajes a actuar como lo hicieron, o qué habrían hecho ellos si fueran los protagonistas de la historia, o tratar de entender cómo se sienten los personajes con las cosas que les ocurren a lo largo de la historia. Estas son sólo ideas de cómo podemos utilizar un cuento para enseñar, pero al mismo tiempo conocer un poco más de cómo son y sienten nuestros niñxs.
Escuchar a los padres leer también motiva la comunicación, amplía el vocabulario aún más que conversar con ellos ya que los libros contienen más palabras únicas y diversas que la que usamos en nuestras conversaciones. También promueve la asociación entre las palabras que escuchan, algunas de ellas nuevas, y los dibujos que observan, lo que a su vez les permitirá descubrir significados de palabras a partir del contexto en el que se presentan. Como si esto fuera poco, además el escuchar historias activa la imaginación, estimula la creatividad (el ver sólo una imagen de la historia obliga a imaginar el resto de los que les están contando al mirar una página), y también entrena la capacidad de atención.
Los niñxs no necesitan libros largos, tampoco necesitan que se lea siempre de la misma forma, de hecho, un libro con sólo dibujos y una historia inventada funcionan tan bien como los clásicos de la literatura infantil y a veces ni siquiera es necesario cambiar de libro, leer los favoritos una y otra vez, está perfecto para muchos niñxs.
En síntesis, leer con y a los niñxs es aún mejor de lo que ya parece ser.
Lenka Kegevic
Psicóloga Educacional UC
Madre de 2 y fiel lectora de cuentos infantiles diarios.